martes, 20 de agosto de 2013

Gobierno defendió acción judicial que determinó el retiro del RBC.

Aconsejaron a la Justicia medir el impacto de sus acciones para levantar el secreto bancario.

El gobierno avaló el procedimiento judicial realizado en la oficina del Royal Bank of Canada a pedido del juez argentino, Norberto Oyarbide, que implicó el allanamiento y confiscación de computadoras y documentación y llevó a la entidad a resolver dejar de operar en el país a partir del 31 de octubre.
Consultado por la prensa si el episodio del alejamiento del RBC afectaba la imagen del país frente a los inversores,  el secretario de la Presidencia, Homero Guerro, respondió: “Creo que es totalmente al revés. Repercute de forma positiva en el país porque demuestra un control y que Uruguay se está adaptando a los nuevos tiempos”.
En el otro extremo se posicionaron expertos y especialistas consultados por El Observador que sugirieron al Poder Judicial “medir” las consecuencias de su accionar y cuestionaron el procedimiento empleado para requisar información RBC, avalado por la justicia uruguaya. Los estudios que trabajan con inversores del extranjero coinciden en que este hecho “no cayó bien” entre sus clientes y generó un sinfín de consultas (ver nota aparte).
Por su parte, el excanciller y abogado, Didier Opertti, dijo a El Observador que si bien el tema parece ya no tener retorno ante el anuncio del RBC de cerrar su oficina en el país con el consecuente “efecto negativo” sobre el sistema financiero, hay que repensar la “cooperación interjudicial” entre jueces de distintos estados.
“Debe ponderarse la proporcionalidad ante la medida y los efectos que esta puede llegar a producir “, sugirió. Para Opertti, intervenir una institución bancaria y llevarse todo el sistema informático como ocurrió con el RBC para luego devolverlo parcialmente, “no parece ser una medida proporcional a la obligación de cooperar con la Justicia de otros países. Ese tipo de cooperación debe prestarse de un modo que proteja, por un lado el principio de soberanía del Estado donde está afincada la empresa o negocio. En segundo lugar, la solicitud no puede llevarse a cabo causando un perjuicio irreparable”, añadió.
En el allanamiento al RBC en su oficina de Zonamerica, el juez Oyarbide ordenó la incautación de 45 computadores y otros objetos de trabajadores como celulares, lo que representó una requisa de información muy superior a la requerida para el proceso. 
El tributarista, Leonardo Costa, dijo a El Observador que este procedimiento fue “desmesurado” y que pudo transitarse por otra vía. “La información se podía pedir al Banco Central, midiendo la proporcionalidad de la medida. La Justicia o cualquier poder político debe medir siempre la proporcionalidad de las medidas”, afirmó Costa en línea con Opertti. Agregó que este tipo de procedimientos “causan impacto” sobre los inversores y “no son inocuas”. “Si esta medida (por el allanamiento y requisa de computadoras) se hubiera tomado contra un banco de la plaza financiera local, pudo haber generado un caos”, ejemplificó.
Por su parte, el socio y tributarista del estudio Sanguinetti-Fodere, Carlos Loaiza, comentó que no contaba con elementos para evaluar el procedimiento del RBC en Zonamerica.
No obstante, comentó que en estos casos debe primar un criterio más “político” que “técnico”, resguardando la independencia del Poder Judicial. Para Loaiza, es “relevante” –para evitar distorsiones en las informaciones que reciben los inversores– que los fallos judiciales “tengan en cuenta el posible impacto en la forma, en cómo se desarrolla y comunica a la opinión pública”. En ese sentido, indicó que países como Estados Unidos los tribunales superiores de la Justicia, toman en cuenta los efectos económicos no sólo de las decisiones judiciales “sino de la forma” en la que se toman las mismas, a los efectos de comunicarlas.
Según Loaiza, en el caso del RBC la “sensibilidad es muy alta” por tratarse de un pedido de la Justicia argentina y por la relevancia de la inversión de ese origen en Uruguay. Además, recordó que acaba de firmarse un acuerdo tributario bilateral donde se cuidó especialmente que inspectores de la AFIP de Argentina no pudieran intervenir en Uruguay, incluso apartándose de los estándares de la OCDE que sí lo avala. Consideró también que hay una serie de mensajes que “confunden” a los inversores en Uruguay, en particular sobre los regímenes de zonas francas, finalizó Loaiza.
De todas formas, pese a los cuestionamientos que surgen de los expertos el ministro de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Larrieux, declaró el jueves a El Observador que no estaba en los planes del máximo órgano judicial establecer un protocolo de actuación para los jueces –algo reclamado por el sector privad–porque la ley ya determina cómo se debe proceder en estos casos.  De todas formas, la Corte realizó un pedido de informes a la juezad el caso Adriana de los Santos para investigar posibles irregularidades en el allanamiento.
Gobierno y AEBU
Por su parte, el  sindicato bancario AEBU se alineó con la posición del gobierno. Gustavo Pérez, presidente del gremio, dijo que “no es una mala señal” como se lo ha calificado, sino que “allí actuó la Justicia”.  “Estaremos, en todo caso, ante una mala gestión de la empresa que se retira porque la investigan”, consignó El Portal de AEBU. “El Royal Bank of Canada es una institución offshore, no es un banco; se trata de una simple oficina de representación ubicada, además, en una zona franca. No hay ningún uruguayo que sea cliente de esta empresa, que tenga allí dinero o sea deudor de ella”, finalizó.
Canadá elevó queja 
Si bien el RBC informó que su alejamiento estaba enmarcado dentro de una estrategia de revisión en Latinoamerica, fuentes privadas habían comentado a El Observador que la Embajada canadiense en Montevideo expresó su preocupación ante el gobierno.

Ola de consultas de extranjeros con intereses en Uruguay

 Representantes de estudios de abogados y profesionales que asesoran a inversores extranjeros ven con muy malos ojos la partida del banco canadiense RBC, producto de un procedimiento judicial cuestionable realizado a pedid de un juez argentino. La noticia no cayó bien en sus clientes del exterior con negocios en Uruguay, han tenido días revueltos con muchas consultas. Explicaron que “suscitó temor en el área financiera”, que “en el exterior los inversores lo van a ver mal” y que “existe preocupación desde el sector bancario”. El socio de CPA-Ferrere, Nelson Mendiburu comentó a El Observador que sus clientes les dicen que “no les gustó lo que pasó”. “En el exterior los inversores lo van a ver mal. Es muy malo para el país”, remarcó.  “Que se vaya un banco de primer nivel como es el RBC no nos puede hacer bien”, aseguró, y señaló que “más allá de las razones legales que haya tenido la jueza (Adriana de los Santos), el procedimiento no fue el adecuado. Es un mal ejemplo”, culminó. Por su parte, Juan Manuel Albacete, socio, especialista en derecho corporativo y bancario tributario de Guyer & Regules, dejó claro que estos días habían sido “revueltos”. Dijo que la partida de RBC generó “temor a que medidas de ese tipo puedan volver a suceder” y estableció que sus clientes los están consultando sobre los acontecimientos, sobre si es posible que se repitan y si Uruguay sigue protegiendo la confidencialidad de sus clientes.  “Hay consultas y hay temor. Y con la ida del RBC las consultas se hicieron frecuentes”, indicó Albacete. “El primer efecto se dio en los que ya están, instituciones de mucho prestigio están asombradas (…) Es importante, porque son entidades profesionales, controladas por el Banco Central o registradas, que ahora están padeciendo el temor y que tienen que estar respondiendo a sus casas matrices sobre el sistema jurídico uruguayo. Crea incertidumbre en los que van a venir y en los que están”, afirmó. Nicolás Herrera Alonso, socio de Jiménez de Aréchaga, Viana y Brause, aseguró que hay “preocupación del sector financiero”. “Fue un proceso que se hizo, no sé si espaldas o por lo menos de costado al Banco Central. Cuando en realidad la administración, regulación, control y liquidación de los bancos corresponde al BCU y no a la justicia ordinaria”, alertó. 
Por lo tanto,  la recomendación “de quienes estamos asesorando a inversores es que estos procesos se realicen en acuerdo con el BCU o en presencia de funcionarios especializados en la materia, que conozcan del tema”, sugirió Herrera. El abogado de la firma lamentó la ida del RBC y dijo que los inversores “sacarán su conclusión”, aseguró que para “el país no es buena noticia y para los empresarios tampoco”. La Asociación de Bancos Privados le había expresado al BCU su preocupación por el allanamiento al que fue sometido el RBC.
























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