Según experto, el segmento premium tardará más de un año en salir del estancamiento.
El mercado inmobiliario en el segmento "premium" seguirá con poca actividad al menos hasta entrado 2016, mientras que las ventas de Vivienda de Interés Social (VIS) continuarán creciendo, pero de forma más lenta a lo esperado por los constructores. Esas conclusiones forman parte de las perspectivas para el sector que fueron expresadas ayer por el asesor inmobiliario Julio Villamide durante una conferencia organizada por la Cámara de Comercio Francesa de Montevideo.
El experto indicó que la vivienda nueva en Punta del Este y los barrios de la costa de Montevideo seguirá con un bajo nivel de operaciones porque la suba de precios en dólares, que antes aparecía como un "fuerte atractivo" para los inversores, "ya no es esperable". Por lo tanto –y al menos por un año más–, ese segmento de mercado operará mayoritariamente con usuarios finales que adquieren la vivienda para residencia o como opción para vacacionar.
"Hay familias que vienen postergando la decisión de compra desde hace dos o tres años y se están encontrando con la desagradable realidad de que los precios a los que están comprando hoy en UI son 20% más caros"
Para Villamide, el mercado inmobiliario se ha tornado "estable", "previsible" y "algo aburrido" porque "ya no está la adrenalina" del inversor inmobiliario que apostaba a una rápida valorización de las propiedades en pocos meses. No obstante, destacó que el horizonte de oportunidades está en los clientes locales de clase media y media baja, en la medida que los precios se tornen más accesibles a sus posibilidades. Tanto a nivel de gobierno como de promotores y constructores coinciden en que el objetivo de llegar a esos sectores de la población todavía no se ha cumplido.
Respecto al comportamiento de los precios, indicó que los valores medidos en dólares posiblemente entren en una "meseta" e incluso puedan "bajar ligeramente" dependiendo de qué tan profunda sea la devaluación del peso con relación al billete verde. Sin embargo, indicó que los precios en UI "probablemente" sigan subiendo.
"Hay familias que vienen postergando la decisión de compra desde hace dos o tres años y se están encontrando con la desagradable realidad de que los precios a los que están comprando hoy en UI son 20% más caros", dijo Villamide.
Sobre el mercado de vivienda de interés social, Villamide consideró que la demanda continuará creciendo, pero con una dinámica inferior a la que esperaban los promotores y constructores cuando lanzaron los proyectos. "Hay cierta resistencia a lanzar nuevos emprendimientos hasta que los ya lanzados efectivamente alcancen niveles de venta atractivos", apuntó. Durante el año pasado la compraventa de unidades nuevas que no están clasificadas como VIS cayó 9%, mientras que las incluidas en esa categoría subieron 49% respecto a lo comerciado en 2013.
En el caso de las VIS, en los primeros seis meses de este año el ritmo de construcción experimentó un enlentecimiento por primera vez desde que se puso en marcha esa modalidad a fines de 2011. Eso se vio reflejado en la cantidad de unidades que se empezaron a construir, que no lograron reponer por completo las que se fueron terminando. Eso no había ocurrido hasta el momento, porque el ritmo de obras sin terminar tuvo siempre un comportamiento ascendente.
Mas dinero en el Este
El economista argentino Salvador Di Stefano expuso ayer en Montevideo sobre las peripecias de la economía de la vecina orilla y su impacto en Uruguay, en una charla titulada "América Latina con las defensas bajas ante los dilemas globales. La salida argentina y su impacto en Uruguay", organizada por la Liga de Defensa Comercial (Lideco).
Para el experto rosarino, es inevitable que se dispare el precio del dólar en el vecino país y eso traerá como consecuencia un mayor atractivo de la inversión en el mercado inmobiliario uruguayo para los argentinos.
El próximo presidente argentino, añadió, hará un ajuste, pero de manera gradual. Las tarifas aumentarán, pero no de golpe. La inflación en el país vecino va a ser de dos dígitos "por mucho tiempo". El salario, por su parte, subirá acompañando al incremento de los precios. Asimismo, habrá una "mutación" del consumo. "Argentina es un Renault 12 con ruedas de camión: no puede caminar. Así no se puede seguir", señaló.
"El tipo de cambio que va a terminar el año en 10,5 (pesos argentinos por dólar), seguramente en marzo va a llegar a 14". Todos estos elementos, indicó, conjugarían un panorama "muy parecido a Kirchner 2003-2006".
"Y si vuelve a eso, cómprense algo en Punta del Este porque va a subir mucho el precio. La guita que van a tener los argentinos va a venir para acá", dijo. Producto de la serie de medidas que deberá tomar el próximo mandatario en ocupar la Casa Rosada, Di Stefano aventuró que los precios de los inmuebles van a subir en Argentina.
Como efecto derrame, añadió, el argentino se va a encontrar más proclive a invertir en Uruguay, a modo de resguardo de valor. Para el economista, los capitales de la otra orilla seguirán arribando a Uruguay porque la inflación de un dígito "para el argentino es Disneylandia". l
Crédito en UI seguirá en expansión
Julio Villamide proyectó ayer que el crédito hipotecario en unidades indexadas se continuará expandiendo y valoró esta herramienta como una unidad de cuenta "muy aceptada", tanto por deudores como por acreedores. "En el nuevo modelo de negocios, con la gente endeudándose en la misma moneda en la que tiene sus ingresos, es mucho más estable la posibilidad de continuar pagando las obligaciones", dijo Villamide. Por otra parte, consideró que los fundamentos del mercado siguen siendo sólidos porque el ingreso de las familias sigue estable, el desempleo es bajo, las reglas del mercado se mantienen y los préstamos hipotecarios crecen incluso en un contexto regional más adverso.
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