Los uruguayos compran monedas y hasta lingotes que llegan a costar cerca de US$ 60.000
En un mercado internacional volátil, cuya inestabilidad se transmite de inmediato a todas partes expandiendo el temor entre los inversores, algunos uruguayos están apostando a refugiarse en el oro –cuyo precio no para de subir– y según consultas de El Observador, se nota un marcado aumento en la compra de monedas y hasta de lingotes de un kilo, que hoy tienen un valor que ronda los US$ 60 mil.
La ventaja de invertir en ese metal es que, a diferencia de los commodities alimenticios y de las divisas que están más sujetas a los vaivenes del mercado, mantiene una tendencia a la valorización que se ha sostenido en los últimos años.
La demanda del oro en el mundo está en aumento a medida que más banco centrales lo incorporan como un activo de peso en sus reservas en un contexto de incertidumbre, lo que contribuye a sostener su precio actual.
El lunes la onza troy (31,103 gramos) cerró en Londres a US$ 1.788 y este mes su precio alcanzó picos récord.
Si se mira una gráfica de la evolución de los precios del oro en la última década, la línea es siempre ascendente. En 2000, la onza cotizaba a US$ 274,4; en 2002 en plena crisis de Uruguay lo hizo a US$ 347,2; en 2005 a US$513,0; y en 2010 a US$ 1.405,5.
Pero el oro no es un activo sencillo de resguardar. Al precio de adquirir un lingote de oro, hay que adicionarle, por ejemplo, el costo de guardarlo en un cofre fort (caja de seguridad) que cuesta, como mínimo US$ 230 más IVA por año. Según se explicó desde una de las principales casas de cambio a El Observador “hay poca disponibilidad” de cofres fort.
La tendencia a adquirirlos comenzó con la crisis de 2002 cuando la quiebra de bancos y corridas de ahorristas llevó a un “corralito” de depósitos. El cofre fort permitió mantener ahorros guardados en forma segura y al alcance, con la desventaja que implica no percibir intereses. “El aumento de la demanda de lingotes también llevó recientemente a aumentar la demanda de cofre fort”, dijo a El Observador Alvaro Barreiro, de Gales Servicios Financieros. Otra forma de ahorrar en oro, explicó, es comprando monedas. Actualmente las más demandadas en Uruguay son las mexicanas, de las que existe disponibilidad, aunque a nivel mundial las más requeridas son las Kruger Rand de Sudáfrica.
Barreiro señaló que en el caso de las monedas hay que considerar, además de su valor en oro, el numismático, que lleva a los coleccionistas a pagar fortunas, más allá del peso en gramos.
“Hoy hay más pedidos de monedas y de lingotes, también hay más consultas y operaciones concretadas de venta de oro”, dijo Barreiro. Para el experto, la evolución de la demanda del metal está en sintonía con la evolución del precio internacional. “El año 2011 arrancó con una fuerte demanda de oro marcando que el público uruguayo se vuelca a ese activo” afirmó.
Gales ofrece el lingote suizo que tiene un certificado de pureza reconocido internacionalmente, por lo que son fácilmente comercializables en mercados del exterior.
En Uruguay también hay laboratorios “refinadores” que producen lingotes de alta calidad, pero no tienen reconocimiento mundial aunque se pueden comercializar fuera de fronteras.
Otro mercado.
Mientras algunos inversores apuestan a ganar con el oro, también están los uruguayos que se desprenden de sus alhajas, básicamente para cubrir necesidades diarias. De acuerdo a consultas de El Observador en varias casas céntricas dedicadas a la compra y venta de oro, mayoritariamente el público que llega a esos comercios no considera tanto el precio internacional, sino que vende “las joyas de la abuela” para obtener dinero “y llegar a fin de mes”.
Varios de los vendedores señalaron que los que se desprenden del oro “regatean” para obtener un mejor precio.
Fuente: El Observador /30-08-2011
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