"Todos contra la pared", fue la orden recibida por un centenar de funcionarios del Royal Bank of Canadá de parte de policías de la Guardia Republicana, Crimen Organizado y Narcóticos.
Los policías, utilizando pasamontañas, irrumpieron en las oficinas de la institución financiera como si protagonizaran un operativo contra un zar del narcotráfico. "El procedimiento fue violento y exagerado, ya que secuestraron mucha más información de lo que pedían. Esto marca un antecedente peligroso de lo que se puede llegar a venir, al punto que los bancos y los clientes comenzaron a replantearse si les conviene seguir operando en Uruguay o mudarse hacia otro destino", dijo una fuente del sector financiero.
El viernes 28, el diario argentino Cronista consignó en su página web que los empleados de la institución financiera canadiense quedaron incomunicados porque les quitaron sus celulares. El procedimiento estuvo a cargo de la jueza especializada en Crimen Organizado, Adriana de los Santos, y fue realizado tras un exhorto del juez argentino Norberto Oyarbide. "Si la jueza entrega toda la información del allanamiento, daría el puntapié inicial para que magistrados de otros países accedan a esa base de datos, lo que no está habilitado en los tratados aprobados por el país. Además, esto implicaría un avasallamiento de la Justicia, por lo que se pondría en riesgo el sistema financiero uruguayo", señalaron las fuentes.
El CEO de la administradora de patrimonios FDI, Mariano Sardáns, dijo que, dejando de lado las particularidades del caso iniciado por Oyarbide, "está claro que todo se encamina hacia un mundo fiscalmente transparente, con intercambios automáticos de información entre los países. Quien no tenga presente esta realidad, lamentablemente tendrá grandes dolores de cabeza en el futuro inmediato".
No hay comentarios:
Publicar un comentario