miércoles, 9 de noviembre de 2011

Activos en Uruguay son la “caja chica” para argentinos, dice el BCU.

Si todos los argentinos decidieran sacar su dinero el mismo día, al sistema bancario no se le movería un pelo”, dijo el presidente del BCU, Mario Bergara.

Presidente del Banco Central.

En momentos en que Argentina presiona para conseguir información sobre los depósitos bancarios y activos en general que sus ciudadanos tienen en Uruguay, el presidente del Banco Central, Mario Bergara, afirmó en Buenos Aires que en el sistema financiero uruguayo está “la caja chica de lo que los argentinos destinan al exterior”. Según el jerarca, “las grandes salidas de depósitos (desde Argentina), obviamente están en otros mercados financieros”.

“Si todos los argentinos que tienen depósitos en Uruguay decidieran venir el mismo día y sacar simultáneamente su dinero, al sistema bancario uruguayo no se le movería un pelo”. Con esa expresiva frase, Bergara, intentó resumir cómo se sienten las autoridades financieras uruguayas ante la escalada de especulación informativa de los últimos días.

“En Uruguay los depósitos de argentinos no llegan a los US$ 3.000 millones. Y eso no significa ni el 2% del dinero que los argentinos tienen en el exterior. No parece un mercado relevante desde esa perspectiva”, dijo Bergara.

“Por otro lado, los argentinos son el 15% de los depósitos del sistema uruguayo en un momento en el que la liquidez del sistema uruguayo es del 60%. O sea que tampoco hay un riesgo macroeconómico como ocurrió en el año 2001, cuando la liquidez era mucho más baja y los depósitos de los argentinos eran el 45%”, agregó.

Ante un auditorio donde estaba lo más granado de los economistas y directivos de finanzas argentinos, Bergara se preocupó de dejar un mensaje claro: el Uruguay de hoy es muy distinto a aquel de los años ’80 que aspiraba a convertirse en una plaza financiera aprovechando “las imperfecciones del mercado regional”. Y que, por consiguiente, ni tiene reparos en transparentar su funcionamiento ni tiene temor alguno por el hecho de que alguna circunstancia interna de sus vecinos pueda generar un “efecto contagio”.

Bergara estuvo ayer en Buenos Aires, invitado como expositor en la conferencia anual de la Fundación Fiel. Es uno de los eventos más convocantes en el ámbito económico, y este año concitó particular interés por el contexto de volatilidad (la global y la local).
En ese marco, el titular del BCU expuso sobre los problemas regulatorios del sistema financiero internacional. Pero la verdad es que el mayor interés que concitaba su presencia era otro. A la hora de las preguntas del público, inmediatamente llegaron las interrogantes referidas al informe de OCDE instando a la firma de acuerdos con los países vecinos y, por cierto, la pregunta referida a la polémica declaración del presidente francés Nicolás Sarkozy.

Los otros activos.
El objetivo sustancial de lo que quiere Argentina con un acuerdo de intercambio de información tributaria es poder cobrarle a sus ciudadanos impuestos por ese dinero. Pero Uruguay quiere evitar la doble tributación.

Consultado Bergara sobre cómo pueden afectarse otro tipo de inversiones argentinas, respondió que no es posible “encarar este proceso desde el temor” sino que se debe encarar “desde un proceso de inserción en el mundo a base de transparencia”. El titular del BCU añadió que “cada vez que la OCDE incorpora nuevos requisitos, Uruguay los ha cumplido (...) Ya anunciamos un avance en la reformulación del régimen de sociedades, para adaptarnos justamente a que la innominatividad de las acciones no se transforme en un elemento de opacidad”.

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