viernes, 22 de noviembre de 2013

Precios de inmuebles seguirán en aumento los próximos tres años.

El precio de las viviendas seguirá en aumento durante los próximos tres años, debido a que los valores son más bajos que hace una década y a que la demanda de crédito hipotecario empujará los precios al alza.


El analista inmobiliario, Julio Villamide, sostuvo ayer que "es imposible" pensar en un descenso de precios. Entre sus argumentos, mencionó que los valores actuales medidos en Unidades Indexadas (UI) son más bajos que hace 10 años y han subido menos que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita.
También expresó que en los próximos años el crédito "va a ensanchar la base demandante" y eso va a presionar los precios (expresados en UI) al alza.
Por otra parte, indicó que el aumento de los costos de la construcción, previstos en función al acuerdo salarial firmado en el sector hace un par de semanas, será otro elemento de presión. "Tenemos tres años por delante donde la única certeza es que el costo va a ser un poco más alto cada año que el anterior. Los márgenes de rentabilidad del sector se han reducido de forma sensible y no permiten poder absorber esa suba de costos", dijo.
En una línea similar, el economista de CPA/Ferrere, Alfonso Capurro, indicó que los precios "están planchados" y negó que exista una burbuja inmobiliaria. "Los precios medidos en Unidades Indexadas son iguales que en el 2000, el 2004 y el 2006. (…) Lo que hay es inflación en dólares. (…) Incluso a los que hablan de burbuja casi que los podemos desafiar y decirles que los precios están baratos porque los precios en Unidades Indexadas subieron menos de lo que subió el salario real de los uruguayos", afirmó.

Crédito Hipotecario.

Durante el seminario "Situación y perspectivas de la industria inmobiliaria uruguaya", organizado por la revista Propiedadades, Capurro sostuvo que el mercado de créditos hipotecarios ha venido acompañando la demanda pero "sin empujar la actividad".
   
En este sentido, el economista explicó que si bien el volumen de crédito hipotecario en dólares o pesos se viene expandiendo, no ha aumentado su penetración, que sigue representado el 4% del PIB, igual que en 2005, sin que se produzca un "despegue".
A modo de ejemplo, Capurro sostuvo que en los quintiles más bajos, donde existe una menor proporción de hogares propios, es donde se registra el porcentaje de acceso al crédito más bajo.
No obstante, indicó que el crédito hipotecario puede ser un negocio atractivo en el mediano plazo para los bancos, porque permite el acceso al mercado en moneda nacional con tasas de interés a largo plazo que pueden ser atractivas y que ofrecen "un mix" de riesgo que implican menos rentabilidad, pero también menos riesgo que otros negocios, como el crédito al consumo.
Capurro agregó que si se cumple el objetivo del proyecto de ley de inclusión financiera que está a estudio del Parlamento (que hace obligatorio el pago de salarios con instrumentos electrónicos), los sectores de ingresos bajos podrán bancarizarse y contarán con nuevos mecanismos de garantías, como la posibilidad de que los bancos retengan las cuotas de créditos sobre sus salarios.
Por su parte, Villamide sostuvo que a dos años desde que se aprobó la ley de vivienda de interés social, el mercado transita desde el modelo de negocios "argentino", orientado al inversor, hacia el modelo "chileno", enfocado al consumidor final. Éste necesita crédito hipotecario para comprar y una expansión de la construcción formal.
De acuerdo a proyecciones del sector y teniendo en cuenta la fragmentación de los hogares, por cada 0,1% que disminuya su tamaño (el número de integrantes por hogar), hay que agregar 45.000 viviendas nuevas al stock.
Según Villamide, el mercado inmobiliario uruguayo puede ingresar en un proceso similar al que tuvo el modelo chileno. Ese país aumentó el monto de los créditos en relación al PIB de 5% al 20% actual y aspira a llegar al 40% en 20 años. Como consecuencia, la producción de viviendas nuevas pasó de 80.000 a 140.000 anuales y se eliminó el déficit habitacional en dos décadas, logrando un mercado muy fluido.
A juicio del operador inmobiliario, los bancos "deberán ser protagonistas" u otras entidades ocuparán su lugar. "Los bancos tenían escasa demanda de crédito. Ahora creció explosivamente, tienen una sobredemanda y los puso más selectivos y a la defensiva para el financiamiento de proyectos", afirmó.
En los últimos cinco años los créditos hipotecarios en dólares registran un crecimiento de 23% anual. "El cambio de clientes es increíble, porque el cliente anterior que era el inversor lo único que discutía era el precio. No le importaba tanto las condiciones de pago y llegaba a pagar al contado una unidad. El usuario final lo que mira es la cuota, que pueda hacer frente a ella y que pueda ser igual o inferior a un alquiler", agregó.

Actividad de obras en meseta.


Luego del crecimiento sostenido que tuvo la industria de la construcción desde 2010, para los próximos 18 meses se espera que el sector ingrese a un escenario de "meseta", dijo el presidente de la Cámara de la Construcción, Ignacio Otegui. De todos modos, el empresario sostuvo que para los próximos dos años no se prevé una baja de la actividad y si las tasas de crecimiento del país se ubican entre 3% y 4% el escenario "es auspicioso" y la industria seguirá activa. El sector llegó en 2012 a un pico de actividad que empleó a 74.000 personas. En la actualidad la cantidad de trabajadores ocupados es de 70.000.

Frente suma restricciones para el acceso a información pública.

La bancada del Frente Amplio presentará un proyecto de ley que permitirá al Estado clasificar la información pública como reservada en el momento en que se reciba una solicitud de acceso a la misma.


A instancias de la senadora Lucía Topolansky la bancada del Frente Amplio presentará un proyecto de ley -que pretende aprobar este año en la Cámara Alta- que amplía las causales por las que los organismos pueden declarar reservada la información pública. Esta facultad ya había generado polémica con la ley vigente cuando los ministerios del Interior y Defensa, y los bancos Central y República, pusieron bajo ese blindaje prácticamente toda la información en su poder y fueron denunciados por el Centro de Acceso a la información Pública (Cainfo) por hacer un uso abusivo de tal prerrogativa.
La ley de Acceso a la Información Pública (N° 18.381) es la que permitió, por ejemplo, que la Justicia obligara a la ANEP a liberar los datos de repetición en escuelas de Montevideo y liceos de todo el país.
Este miércoles, la Comisión de Educación de la Cámara Alta analizó las modificaciones a la ley, que el Ejecutivo ya había enviado en la pasada Rendición de Cuentas pero el Senado retiró del proyecto.
Topolansky trabajó con la Unidad de Acceso a la Información Pública (UAIP), dependiente del Ejecutivo, para mejorar la redacción del texto enviado en la Rendición, haciéndolo más específico, aunque, como lo puntualizó la propia senadora, el espíritu de las restricciones se mantiene.
Los cambios que el oficialismo pretende introducir en los artículos 9° y 21° de la ley de Acceso a la Información Pública (N° 18.381) permiten a los organismos que "excepcionalmente" puedan clasificar la información como reservada "en el momento en que se reciba la solicitud de acceso a la misma".
En este caso el organismo deberá remitir en un plazo de cinco días hábiles su resolución a la UAIP para que determine si el criterio seguido se ajusta a lo dispuesto por la ley. Ante la comisión, Gabriel Delpiazzo, presidente del Consejo Ejecutivo de la UAIP, dijo que ese mecanismo se instrumenta para que "en la Unidad podamos controlar y advertir si esa clasificación fue correctamente realizada, al amparo de los criterios que fije la ley, o motivada en otras cuestiones, ya sea por quién es el que la pide o de qué tipo de información se trata".
Las modificaciones también habilitan a los organismos públicos a denegar la información en caso de que forme parte de un proceso de toma de decisiones, licitación o control. En este sentido, la modificación agrega a la lista de causales que permiten clasificar como reservada a la información a aquella cuya difusión pueda: "Afectar la provisión libre y franca de asesoramientos, opiniones o recomendaciones que formen parte del proceso deliberativo de los sujetos obligados, hasta que sea adoptada la decisión respectiva, la cual deberá estar documentada".
La oposición rechaza la inclusión de más causales de reserva de información, fundamentalmente la que permite hacerlo una vez que llegó la solicitud de acceso.

Más cambios.

Por otra parte, la senadora Topolansky dijo que es momento de hacer una evaluación del funcionamiento de la ley a cinco años de su vigencia, y fue crítica con el uso que se le ha dado.
"Creo que es necesario -no digo revisar- hacer una evaluación, como lo hicimos con la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible. Cuando una ley es compleja, se pone sobre la realidad y, pasado un cierto tiempo de ejercicio, hay que evaluarla para ver cómo funciona, porque cuando queda aprobada en el papel puede funcionar perfectamente bien, pero la realidad siempre es más rica. Me parece bien hacer un ejercicio de evaluación y si de ese ejercicio surge que deberíamos llegar a introducir cambios o leyes complementarias, bienvenido sea", explicó Topolansky.
La senadora y primera dama también se preguntó sobre el uso dado a la ley. "Mi duda fundamental está por el lado de si la sociedad tiene la madurez suficiente como para el manejo de estas leyes. He visto un manejo equivocado de la Ley de Acceso a la Información Pública, y eso me preocupa. Quiero dejar esto sentado con una conceptualización porque, en todo caso, tenemos que hacer un esfuerzo colectivo para que se use bien. A todas las delegaciones que vinieron les hice esta pregunta y ninguna me dio una respuesta sensata o explicativa. Quiere decir que la duda no solo se me agravó, sino que ese hecho, en cierto modo, me da la razón para pensar que esa situación existe", sostuvo.
Cuando El País publicó los datos de repetición y deserción de los liceos del Uruguay, Topolansky dijo que "una generosa ley" del Frente Amplio "se utilizó para hacer politiquería barata". El miércoles ante la comisión, dijo: "Personalmente creo que son válidas las preguntas sobre educación; lo que no es válido es su utilización estigmatizante. Entonces pensé y dije -a quien lo quiso oír- que me voy a encargar de enviar al diario "El País", con destino al suplemento "Qué pasa", algunas informaciones, para ver si me las publica. Nunca hay ida y vuelta en estas cosas".
La legisladora también cuestionó a El Observador porque pidió información sobre el gasto telefónico, financiado con dineros públicos, de cada diputado y senador. "Para la Cámara de Representantes fue todo un problema, por la disposición de personal, por los costos y una cantidad de cosas. Ahora bien, sinceramente me pregunto qué se ganaba con ese pedido. En lo personal, me queda una enorme duda", dijo.
Topolansky dijo que "hay muchas cosas que quisiera saber y no tengo cómo" y puso como ejemplo la identidad de los financistas de algunas ONG.

Pedir información: hecho ilícito.


El senador Óscar López Goldaracena (FA) preguntó a la Unidad de Acceso a la Información Pública (UAIP) si en algún caso se puede dar un supuesto de abuso de derecho y que el ejercicio de ese derecho, en sí mismo, pueda configurar un hecho ilícito desde el punto de vista civil.
"Se me contestó positivamente en cuanto a que la solicitud de información de manera abusiva puede ser un hecho ilícito. En algunas legislaciones esto se invoca para denegar información", explicó López Goldaracena a El País.
Ante esa pregunta, el presidente del Consejo Ejecutivo de la UAIP, Gabriel Delpiazzo, dijo que hay un abuso y lo ha visto.
"Creo que sí. Reitero: creo que sí. Además, lo he visto. "Considero que el abuso del derecho, al igual que en todos los derechos, también aplica al que tiene que ver con el acceso a la información pública. El instituto está previsto en el Código Civil y, por más que no esté en la Ley de Acceso, pienso que aplica también a este caso", dijo. Puso como ejemplo el caso de un gremio que pidió a una institución los recibos de sueldo de todos los funcionarios correspondientes a los últimos diez años.
"Entiendo que ese podría ser un caso de ejercicio abusivo de la solicitud o del derecho a acceder a la información", explicó.
Agregó que "en muchas leyes de Latinoamérica está previsto como excepción cuando el pedido de información implique un obstáculo al funcionamiento normal de los organismos, cuando se paralice el funcionamiento de una oficina por tres semanas o un mes debido a un pedido que se hizo. Ahí hay un ejercicio abusivo y podemos considerarlo, esté o no esté en la ley".

martes, 19 de noviembre de 2013

El dólar con mayor racha de caídas en 4 años y se opera abajo de $ 21.

El dólar completó ayer una racha de nueve caídas seguidas, la mayor de los últimos cuatro años. El interbancario cerró por debajo de $ 21 y acompañó una marcada baja de la moneda estadounidense en Brasil.
La moneda estadounidense alcanzó el menor valor desde el 17 de julio.

Por novena sesión consecutiva el precio del dólar estadounidense retrocedió ayer en el mercado local, lo que supone la racha negativa más pronunciada desde mediados de octubre de 2009, con un circuito que sigue netamente vendedor ante los problemas de liquidez que presentan varios bancos.
El dólar interbancario fondo se promedió ayer en el menor nivel desde el 17 de julio pasado, en $ 20,948, lo que implicó la mayor caída diaria desde el 20 de septiembre (-0,95%).
De esta manera, la divisa bajó de la barrera de los $ 21 y acumula un descenso de 2,67% en noviembre y redujo la suba en el año a 7,98%.
En estas nueve jornadas seguidas en las que ha retrocedido, el tipo de cambio ya bajó un 3,04%, y desde que alcanzara el máximo del año el 3 de septiembre ($ 22,646) el desplome ha sido de 7,5%.
Por su parte, el Banco República (BROU) redujo 20 centésimos la cotización al público hasta $ 20,70 la punta compradora y $ 21,25 la punta vendedora. Este nivel de la pizarra es el más bajo desde el 17 de julio.
De acuerdo a lo indicado por los operadores de mercado consultados por El País, la incesante presión vendedora que registra el mercado cambiario local se debe principalmente a los problemas de liquidez que tienen varios bancos.
 
Una prueba de ello es la tasa call -pesos que se prestan los bancos a un día de plazo-, que ayer fue de 25%, por debajo del 30% a la que se operó el viernes, pero igualmente muy elevada.
Además, las tasas de los títulos en pesos continúan en niveles sumamente atractivos para los inversores, a pesar de que en los últimos días han tenido un leve descenso, pero se mantienen en el entorno de 14,7% en promedio. Esto genera una presión adicional sobre el tipo de cambio, pues quienes compran dichos títulos venden dólares para integrarlos.
La fuerte disposición vendedora no pudo ser contrarrestada ayer por las compras del BROU, quien apareció cuando el dólar se operaba en niveles de $ 20,95. El Banco Central sigue sin realizar compras, y ha permanecido ausente desde el 5 de junio.
Por otra parte, ayer también tuvo incidencia el desplome del dólar en Brasil, donde registró una caída diaria de 2,3% finalizando en 2,2682 reales.
Consultados sobre la evolución de la divisa para los próximos días, los operadores coincidieron en que es de esperarse que tenga un rebote por varios factores.
En primer lugar, a partir de hoy y hasta el viernes hay fuertes vencimientos de títulos en pesos, con lo que mejorará, al menos en parte, la liquidez de los bancos.
Además, como suele suceder tras una larga racha negativa, seguramente se dé un ajuste lógico al alza, con operadores que aprovechan para comprar dólares en niveles bajos para venderlos a un precio más elevado, haciendo así una ganancia. Este tipo de transacciones son conocidas en la jerga financiera como operaciones de "trading".

Piso.

"El dólar vale lo que el BCU y el gobierno quieren", afirmó a El País el economista Javier de Haedo. Para el analista el tipo de cambio es el principal elemento al que recurre el gobierno para evitar empujes inflacionarios.
"Se baja el dólar para que algunos productos de la canasta que están en esa moneda cuesten un poco menos en pesos", dijo. Para De Haedo el piso del dólar dependerá de "dónde lo quiera poner" el gobierno para asegurar una inflación más controlada.
El presidente de Vixion Consultores, Aldo Lema, dijo a El País que "hay factores externos e internos afectando la apreciación del peso uruguayo. Entre los externos, el más importante es el debilitamiento global del dólar, sobre todo frente a algunas monedas emergentes y de la región". Entre los internos, destacó la aceleración de la inflación subyacente (y de las expectativas) que se ha traducido en una política monetaria más restrictiva y mensajes explícitos del BCU sobre un tipo de cambio más bajo.
Añadió que el precio del dólar dependerá del escenario regional, extrarregional y de la evolución local de la inflación. "El sesgo para el último trimestre era a la baja y se ha concretado, pero en un horizonte de uno o dos años, las expectativas son al alza", señaló Lema. Por último expresó que "una vez que la inflación de señales de estabilización, podríamos tener el punto de inflexión, hacia el primer trimestre" de 2014.
El economista de CPA Ferrere, Alfonso Capurro, dijo a El País que "desde la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos del 31 de octubre las monedas emergentes venían depreciándose, en particular Brasil, y nosotros no veníamos acompañando", expresó. Capurro añadió que se está en momento de volatilidad, por lo cual es difícil prever cuál será el piso de la divisa.

Lo ven a $ 23,50 a fin de 2014.

Los bancos y analistas prevén en mediana (se ordenan los valores de menor a mayor y se toma el del centro) que el dólar cierre el año a $ 21,60, según la Encuesta de Expectativas Económicas de noviembre del Banco Central (BCU). La respuesta mínima estima que el dólar termine 2013 a $ 21,50 y la máxima a $ 22,10. Hace un mes, creían que la moneda estadounidense finalizaría en $ 21,80, con una expectativa mínima de $ 21,50 y una máxima de $ 22,10. Para fin de 2014, analistas y bancos prevén en mediana un dólar a $ 23,50 (mismo valor que en octubre) con respuestas entre $ 22,50 y $ 24,30.

Banca off-shore: retiro abre nicho a jugador regional.

Primero fue el Royal Bank of Canada (RBC) -que operaba desde Zonamerica y manejaba dinero de argentinos principalmente- el que resolvió retirarse de Uruguay luego de un allanamiento de la Justicia a pedido de su par argentina por una investigación de lavado de activos. La causa finalmente fue archivada en Argentina.
En los últimos días, el Banco Central (BCU) canceló la licencia -a pedido de la propia entidad- de "HSBC Financial Services como representante de HSBC Bank USA National Association y de HSBC Private Bank (Suisse) SA". En este caso, había cesado en su actividad el pasado 30 de abril de este año.
A estas se suman el Crédit Suisse que anunció que cerrará cuentas con menos de US$ 1 millón de clientes de 50 países, uno de los cuales es Uruguay y el banco de inversión estadounidense Raymond James está en proceso de venta de su filial local en Zonamerica a la firma estadounidense de asesoría en manejo de patrimonio BiscayneCapital.
Además, LTSB Representaciones (Uruguay) S.A. dejó se actuar "como representante de Lloyds Bank plc Sucursal Ginebra y Lloyds Bank plc Sucursal Miami" y ahora lo hace para "Union Bancaire Privee (UBP)", según sendas resoluciones del BCU.
Pero, este repliegue de la banca off-shore o private banking -que da servicios de asesoría en inversión y manejo de fondos- genera nuevas oportunidades para jugadores regionales.
Uno de ellos, es la firma argentina Puente que está en proceso de expansión.

viernes, 1 de noviembre de 2013

De los inmuebles y las burbujas.

El pasado 17 de octubre, Búsqueda publicó una interesante crónica de Ismael Grau que incluye conceptos vertidos por numerosos economistas y funcionarios en el marco de la reciente asamblea anual del FMI y el Banco Mundial, en Washington DC.
Búsqueda destacó las declaraciones referidas a nuestro país, efectuadas al mencionado periodista por Carmen Reinhart, profesora de finanzas internacionales de la escuela de gobierno de la Universidad de Harvard.
Cito textualmente dos párrafos de dicha entrevista: "Lo que más me preocupa sobre Uruguay son los elementos de sobrevaluación que siempre han sido problemáticos, como en casi todos los demás emergentes. Problemas de sobrevaluación, problemas en el sector no transable, de la vivienda. Esos problemas de sobrevaluación a mí me preocupan". "Uruguay no ha tenido el boom de crédito que tuvo Brasil, por ejemplo, o ni que hablar China. Pero cuando uno ve el mercado inmobiliario, con sus temas de sobrevaluación… Y generalmente hay créditos asociados que hay que mirar".
Me queda la impresión de que Reinhart muestra preocupación en general por la sobrevaluación (de la moneda) en nuestro país, como en casi todos los demás emergentes, y en particular con la sobrevaluación en el mercado inmobiliario. Y rápidamente va al tema de los créditos habitualmente asociados a las burbujas inmobiliarias, aunque señala que en nuestro caso no hemos tenido un boom de crédito como otros han tenido.
¿Qué es lo que sabemos que ha pasado en los últimos años en nuestro país en el mercado inmobiliario? Primero, que los precios han subido muchísimo si los expresamos en términos de dólares; segundo, que la construcción residencial privada también ha crecido significativamente; tercero, que no parece haber un boom de crédito detrás de ese proceso; cuarto, que más recientemente el mercado se ha empezado a enfriar y los precios en dólares a bajar, seguramente en parte por el "principio de los vasos comunicantes" entre nuestro mercado y el argentino.
La preocupación de Reinhart sobre las burbujas inmobiliarias infladas desde el sistema financiero es muy razonable cuando las economías avanzadas vienen de padecer crisis originadas en ellas y cuando hay economías emergentes que pueden padecerlas en el futuro previsible.
En nuestro país, el crédito del total del sistema bancario, al sector privado residente, ha crecido a tasas importantes en los últimos años (del orden del 10% anual en términos reales, desde 2009) pero partiendo desde niveles muy bajos y estando todavía en niveles muy bajos ya sea viendo las series a precios constantes o, mucho más aún, en términos del PIB. No va por ese lado.
 
Pero no es necesario que haya una expansión del crédito para que haya una burbuja inmobiliaria. Una burbuja inflada desde los bancos tiene el problema, cuando se desinfla, que hace más duro el ajuste porque los bancos deben ajustar sus balances a la nueva realidad, como ha pasado en las economías avanzadas en los últimos años. No es el caso aquí ni ahora. En todo caso "nuestra" burbuja (si la hay) se debe mayoritariamente al uso de recursos propios por parte de los inversores, de aquí y del exterior, en un contexto global de tasas de interés casi nulas. Tiene origen financiero, como "aquellas" burbujas, pero no tendrá sus consecuencias al pincharse.
Creo que lo que tenemos en nuestro país, "como en casi todos los demás emergentes", es una sobrevaluación de la moneda nacional, debida al mismo contexto global referido. No son solo los inmuebles los que están sobrevaluados cuando vemos sus precios en dólares, sino todos los no transables y, en definitiva, toda la economía. Veamos algunos números al respecto.
Si comparamos los promedios de 2004 y 2012, el rubro del IPC denominado "alquiler de vivienda principal" subió 47% más que el IPC y 259% en dólares. Los alquileres están directamente relacionados con los precios de los inmuebles por lo que podemos tomar esas variaciones como propias de los inmuebles en ese período.
Ahora bien, si vemos lo sucedido al mismo tiempo con otro claro "no transable", los resultados son casi idénticos: el rubro del IPC denominado "enseñanza secundaria" subió 41% más que el promedio del IPC y 246% en dólares. Y otro más: los salarios privados medios subieron 45% más que el IPC y 256% en términos de dólares.
Como suele suceder a lo largo del ciclo económico en nuestro país, esos precios, al ser expresados en dólares, son mucho más volátiles que relativos al IPC. Pero es evidente que no solo los inmuebles se han apreciado en términos de dólares sino muchísimos precios de bienes y servicios que, a diferencia de aquellos, no percibimos porque no los "pensamos" en dólares sino en pesos. La apreciación no es solo de los inmuebles sino que ella es parte de un fenómeno mucho más amplio. Como también lo será la depreciación que ha empezado y continuará.
Lo que se ha encarecido en dólares, en definitiva, es la economía en su conjunto, más allá del precio particular en el cual queramos poner el foco: entre 2004 y 2012, nuestro PIB subió 58% en términos reales, de volumen físico, pero 265% si lo expresamos en dólares. Como vemos, magnitudes parecidas a las referidas anteriormente. El elemento común a todas ellas es la elevada "inflación en dólares", de 145% en el caso del IPC, entre los años cotejados.
Y esto, como bien dice Reinhart, no es un proceso autóctono sino que ha sido casi la norma en las economías emergentes en los últimos diez años. Otro destacado profesor de Harvard, el venezolano Ricardo Hausmann, mostró recientemente ("The End of the Emerging-Market Party", 30 de agosto) la extraordinaria diferencia entre las tasas de crecimiento de los PIB de algunos emergentes, si se las compara en dólares y en términos reales. A modo de ejemplo, entre 2003 y 2011, Brasil creció 39% en términos reales, pero su PIB subió 348% en dólares y en Rusia, esas tasas fueron de 37% y 331% respectivamente. La misma historia que vimos para el caso de nuestro país.
Unos días después que Hausmann, el chileno Andrés Velasco, retomó el análisis estribando en el artículo de su colega ("Emerging Markets` Nirvana Lost", 11 de septiembre). Dice Velasco que "parte del reciente crecimiento de las economías emergentes fue ilusorio. Wall Street se enamoró del veloz crecimiento del ingreso en dólares en esos países, pero ese crecimiento tuvo más que ver con precios elevados de las materias primas y con apreciaciones de sus monedas nacionales (lo que impulsó el valor de sus producciones cuando son medidas en dólares) que con fuertes aumentos en los volúmenes de producción".
Volviendo al mercado inmobiliario local, el extraordinario aumento de sus precios medidos en dólares es parte de un proceso general de la economía local y, más allá de ella, de la economía global. Los precios de los inmuebles en nuestro país evolucionan junto con el ingreso, independientemente de la moneda que se considere. Ocurre que nuestras cabezas piensan el ingreso en pesos y los precios de los inmuebles en dólares y de ahí puede venir la confusión. Pero suben (y bajan) juntos si los expresamos y pensamos en la misma unidad de cuenta. En el contexto global que se viene, cuya sinopsis vimos entre mayo y agosto, y que por ahora está en modo "pausa", en los próximos trimestres veremos la profundización del actual proceso de reducción de los precios de los inmuebles en dólares y una tendencia a su estabilización en términos reales (que comprobaríamos, por ejemplo, si los midiéramos en unidades indexadas).