miércoles, 1 de diciembre de 2010

Refugios premium en el Este uruguayo

Los predios cerca de José Ignacio se cotizan a partir de los US$ 12 el m2 y los que están sobre la laguna se ofrecen a US$ 40 el m2

Las principales inmobiliarias del Este son fieles testigos del interés en adquirir chacras cercanas al mar por inversores y por quienes solo buscan un rincón de descanso.

Sergio Bobadilla, director de Ventas y Alquileres de la sucursal José Ignacio de Terramar Christie`s Great Estates, atestigua una mayor demanda de estas propiedades, sobre todo, por extranjeros con un buen pasar. El boom de las chacras marítimas está vinculado al desembarco de un público nuevo, principalmente europeo, en Punta del Este, La Barra y José Ignacio. "En estos destinos se ofrecen chacras ubicadas a pocos minutos del mar", señala.

El bróker afirma que estos turistas se sorprenden al encontrar predios de tanta superficie en la franja costera con árboles autóctonos que superan el centenar de años, fauna local y vista al mar o a las lagunas litorales. En definitiva, tienen un contacto real con la naturaleza: "esa mezcla campo-mar es lo que buscan", puntualiza. No obstante, aclara que el público pionero en la adquisición de estos predios fue el argentino de alto nivel adquisitivo, que desde hace años encuentra su refugio en nuestras costas.

DISTINCIÓN. En las chacras marítimas se edifican mansiones que ofrecen todos los servicios. Aun siendo viviendas de verano o segunda residencia tienen las mismas comodidades que las del hogar de permanencia. Allí sus habitantes experimentan otro estilo de vida que invita a descubrir los diferentes rincones que tiene una propiedad rural relativamente pequeña. "Mientras los niños pueden estar jugando al fútbol, el padre lee un libro a la sombra de un coronilla y la madre recolecta verduras en la huerta: todo en un mismo lugar; la chacra es el ideal de vida, muy sana y disfrutable", asevera Bobadilla.

Estas residencias son lugares de descanso, aunque ha empezado a aparecer tímidamente otro tipo de chacras marítimas destinadas al cultivo de viñedos, olivares o arándanos, por ejemplo. "No se trata de sacarle rédito económico, sino una excusa para aprovechar el espacio y obtener productos exclusivos", aclara el representante de Terramar. De todos modos -prosigue- hay casos en los que el excedente de una producción intensiva sí puede tener un retorno económico, "pero pasa más por tener viñedos y producir su propio vino, o fabricar su propio aceite de oliva para sorprender a sus invitados".

La extensión de estas chacras es en su mayoría de cinco hectáreas. Se ubican a menos de diez minutos por auto de la playa y, a medida que uno se va alejando del mar, encuentra algunas propiedades más grandes, de veinte hectáreas o más. Allí se pueden desarrollar de otras actividades como ganadería o cultivos.

Desde Terramar se han vendido chacras a argentinos, alemanes, italianos, franceses, españoles y rusos. La característica que comparten los compradores es que tienen un alto poder adquisitivo. "Quien compra una chacra tiene muy claro lo que quiere: no solo adquiere un predio rural, sino un estilo de vida", dice.

VALORES. Según el bróker Bobadilla, "los precios de los terrenos cerca de José Ignacio se cotizan a partir de los US$ 12 el metro cuadrado y los predios que están sobre la orilla misma de la laguna se han vendido a US$ 40 el metro cuadrado, por su ubicación y escasez de la oferta. Un poco más lejos, próximo a la Ruta 9, la cotización está en torno a los US$ 6. En las cercanías del pueblo Garzón, se consiguen predios a US$ 1,5 el metro cuadrado. Pero, en los terrenos rochenses sobre la Laguna Garzón, ubicados en la primera línea frente al mar, específicamente a los que se llega cruzando en balsa, los valores se ubican entre US$ 30 y US$ 40 dólares por metro cuadrado".

Gustavo Machado, operador de la sucursal de José Ignacio de Inmobiliaria Arena, afirma que los valores de estas propiedades se han cotizado al alza, estimando un crecimiento anual de entre 10% y 20%. Aclara que la mayoría de las consultas son de europeos, aunque los negocios que se concretan siguen siendo principalmente de argentinos. "Si bien crece el porcentaje de europeos, llevará varios años para que igualen la demanda argentina", expresó el agente inmobiliario.

COMUNICACIONES. El suministro de electricidad que llega a casi toda la zona de estas propiedades rurales así como las condiciones de la caminería, que son muy superiores a las de años anteriores, permiten que el acceso a las chacras sea mucho más fácil. "Antes muchos de los terrenos en los que hoy hay chacras eran lugares por los que sólo se transitaba a caballo. En cambio, su propietario puede llegar con su coche último modelo actualmente", señala el gerente de Ventas de Terramar.

Además, los avances tecnológicos atraen a gente de la ciudad ya que se "desenchufan", pero siguen conectados con sus familias y sus oficinas si lo desean. "Con su teléfono móvil o su computadora pueden trabajar en un sitio rodeado de naturaleza, disfrutando de una puesta de sol en la laguna. La chacra marítima ofrece equilibrio: un refugio a minutos de las zonas de mayor movimiento del Este, pero que hace sentir a uno muy lejos de la rutina", puntualiza Bobadilla.

Todo indica que el mercado de las chacras marítimas va en aumento. Como destaca el representante de Inmobiliaria Arena, aquí se encuentra lo que los grandes empresarios vienen a buscar: "tranquilidad y privacidad en una combinación de mar y campo para una misma vacación" a precios que aún son más económicos que los que ellos están acostumbrados.

Las chacras marítimas se alquilan por períodos cortos
t Al concretar una adquisición de una chacra marítima, los compradores suelen comenzar por contratar a un paisajista para el trazado de los caminos, el lugar para la huerta, los senderos para cabalgar, el tajamar. Luego definen la locación de la casa. En todos los casos, hay un afán por preservar la naturaleza y lograr una armonía entre la morada y los espacios que la rodean.

Aunque los dueños argentinos suelen venir regularmente durante el año, muchos de los extranjeros se instalan solo por unos días en la temporada estival. Es por eso que contratan a una pareja que se encarga de cuidar la casa, cortar el pasto y podar los árboles para conservar la propiedad en las mejores condiciones. Esto también les permite arrendar las chacras por períodos cortos. "Se alquilan muy bien. Los precios que se manejan para las chacras de tres o cuatro dormitorios promedian los US$ 40.000 para todo enero y rondan los US$ 30.000 para la primera quincena del mismo mes", dice Sergio Bobadilla .

En este momento tenemos una chacra de cinco suites alquilada por un mes en US$ 70.000 y otra con seis suites alquilada para la primera quincena de enero en US$ 65.000", afirma el director de Ventas y Alquileres de la sucursal José Ignacio de Terramar. En cuanto a los servicios, agrega que "los inquilinos pueden contar con los caseros que se ocupan de mantener el parque, la pileta, la cocina, hacer los mandados, preparar los caballos para las recorridas por el lugar; es como estar en un hotel".

1 comentario:

  1. Fuente: EL Pais/ 01-12-2010
    http://www.elpais.com.uy/suplemento/economiaymercado/refugios-premium-en-el-este-uruguayo/ecoymer_531810_101129.html

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